no vengan a hablarme del amor
Yo lo he conocido
vestido de todos sus verdes
en las horas repetidas de la muerte
No quieran mi cordura
En la casa donde vivo
el orden se llama alegría
vayan y busquen la razón en la casa de la muerte
No me pidan alcances
Que no hay alcances mas elevados
Que los del vuelo de las esferas de Ibrahim
Que no hay ciencia sino es conciencia de todos.
No pongan sillas para acordarse conmigo,
Cuéntenme un cuento repentino en la tarde
Una cena de palabras frescas para esta hambre.
No vengan a hablarme del amor
Solo puedo sentir mi desvelo entre sus piernas tibias.
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