apuntes de refriega: te pide en la tarde

sábado, 11 de julio de 2009

te pide en la tarde

una canción con tus suaves palabras
en la que cantas tus propias maravillas en las mias

tu constancia tibia sobre la piedra, tus ojos de puro desierto

alguien que viene pleno y nocturno de candelas
demonio ocupado de sus demonios
llega en la tarde tarde

te pide en la tarde

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POETA/ Tito Nuñez Silva

Lo asedia la luz

en el asombro del fulgor
el poeta se sumerge en las tinieblas
sobrevive entre escombros
resiste las asperezas del día
la súbdita vulgaridad de la
ignorancia
los cuchillos
el vejamen feroz de la razón
El amor
lo rescata del abismo
sacude el polvo de sus atavíos
lo convida al ágape
lo aproxima al templo de los
poderosos
le otorga efímeros odres
cálidas sangres de otros cuerpos
voces musicales
miradas tenues y profundas.
Sabio, el amor,
lo deja en el encanto
hasta el nuevo derrumbe
en el eterno sacrificio de la luz.

Por los Nuestros/ Gustavo Pereira

Por aquellos que amaron o fueron amados sin medida
Por aquellos que escribieron cartas de amor sin esperanza
Por quienes rehicieron con ceniza cuanto les fue desarraigado o prohibido
Por los que no renegaron de sí mismos en la desolación de sus tormentas
Por quienes se negaron a pactar con la astucia
Por aquellos que optaron por un pedazo de pan duro entre el coraje y la vergüenza
Por aquellos que en el desconcierto se precipitaron en la alucinación de la audacia
y convocaron el fanal compartido
Por los que atravesaron sin herirse zarpazos y mordeduras
Por los que hechos polvo aún guardan en el pecho
pobres poderes para franquear la inclemencia
Por quienes resistieron sin quejarse ni pedir nada a cambio
Por quienes aunque sólo recibieron afrentas y desprecio hallaron en los otros
motivos para resistir
Por aquellos que nos dejaron la llave de los primeros paraísos
y descifraron para nosotros los jeroglíficos de los inescrutables
Por todos aquellos que lucharon y nos enseñaron a luchar
Por quienes entregaron huesos y sueños como disculpándose
Por los que no ambicionaron más gloria que su pobre intemperie sin amparo
Por aquellos que se abismaron ante la maravilla
Y se reconocieron en sus llamas

digo estos versos

vendrá la muerte y tendrá tus ojos/cesare pavese

Esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un remordimiento antiguo,
o un vicio absurdo. Tus ojos
serán una palabra vana,
un grito callado, un silencio.

Así los ves cada mañana
cuando te inclinas sola
ante el espejo. ¡Oh, querida esperanza,
entonces sabremos también nosotros
que eres la vida y la nada!

La muerte tiene una mirada para todos,
vendrá la muerte y tendrá tus ojos,
será como dejar un vicio,
será como ver en un espejo
resurgir la cara de un muerto,
como escuchar unos labios cerrados.

Bajaremos mudos por el torbellino.

Los amantes/ julio cortazar

¿Quién los ve andar por la ciudad
si todos están ciegos?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.

Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.

Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.
Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.

julio cortazar